martes, 12 de mayo de 2015

1; la poesía no vende en el Carrefour.

Digo algo en alto,
Y ya cuando mi mente lo formula
Empiezo a sentir las miradas
En el cogote,
Acechando,
Porque soy la niña a quien las letras hacen llorar,
La que es divertido oír hablar,
A la que nadie entiende.
Y es que cada vez jode más
Ver que la gente es tan inculta,
Y que ni sarcasmos, ni símiles,
Ni si quiera entienden su propio idioma.
Pero es lo que hay;
Es lo que siempre ha habido.
Que los versos en latín son más puros,
Pero los poetas sí que se morirían de hambre;
Que los amores más puros son los de metáforas,
Y que si no las entiendes,
En otro tiempo habrías estado jodido,
Pero en este, estás a salvo.
Que ya no hay poetas franceses
Que escriban en forma de pecho
Para demostrar su veneración a la mujer,
Que ya vinieron los salvajes
Y al leerlo, lo destrozaron preguntando
Por qué es corto.
Y es que, tenemos que darnos cuenta
Que la poesía no vende en el Carrefour,
Que la poesía no vende porque no hay quien la entienda,
Porque la gente ni lo intenta ni se esfuerza.
Y lo que duele es ver
A estos miles de cadáveres de Madrid sobre los que escribe Dámaso,
Sin ser capaces de sentir
La cercanía suficiente
Para llamarle por su nombre de pila,
Porque temen siquiera acercarse a sus garabatos,
Que tienen miedo y solo son incultos.
Y  ¿qué es poesía?, preguntan,
Y no entienden cuando les responden "eres tú",
Y eso ya es incultura suficiente para toda una vida,
Que ya nadie podrá salvar,
Y que ya
Da miedo escuchar más.